Este concepto de océanos subterráneos pilló por sorpresa a los científicos planetarios; después, nuevas investigaciones han demostrado su existencia en varios satélites más: en Ganímedes y Calisto en órbita de Júpiter, en Encélado que gira alrededor de Saturno, y en Tritón alrededor de Neptuno. Algunos de estos mares invisibles son realmente enormes. Ganímedes (que es el mayor satélite del Sistema Solar) parece formado en un 50% por agua, lo que daría un volumen de líquido ¡27 veces mayor que la hidrosfera terrestre! Otros, como Encélado, manifiestan su agua oculta con géiseres que alcanzan varios miles de kilómetros de altura (el mayor géiser terrestre sólo se elevó 400 metros).