Las zonas de anticiclones expulsan el aire generando vientos divergentes que evitan el contacto entre masas de aire heterogéneas, que giran hacia la derecha en el hemisferio norte debido a la aceleración de Coriolis.
Este viento, debido a la diferencia de presión, se dirige hacia las zonas de bajas presiones. Pero dicho movimiento no sigue exactamente la dirección marcada por el gradiente de presión, que sería perpendicular a las isóbaras —líneas que unen los puntos con igual presión—, sino que lo hace con un ángulo de desvío hacia la derecha en el hemisferio norte, y hacia la izquierda en el hemisferio sur, debido a la aceleración de Coriolis.
La confluencia de masas de aire que convergen en la región de bajas presiones conlleva que el aire de estas masas entre en contacto. Como las masas de aire que contactan proceden de distintas regiones, pueden tener propiedades de temperatura y humedad muy diferentes. Este es el caso del contacto del aire que procede del Ártico con el que procede de los océanos tropicales. Si ese contacto se produce sobre Galicia, sin duda denominaremos aire frío al primero, porque está a menos temperatura que la superficie sobre la que avanza, y aire caliente el segundo, por la razón inversa.
La intersección entre la superficie de contacto de aire caliente y aire frío (superficie frontal) con la superficie terrestre se conoce como frente. Como a través de la superficie frontal tiene lugar un cambio brusco de las propiedades del aire, en general el paso de un frente viene acusado por fenómenos meteorológicos diversos, entre los que se encuentran, con mucha frecuencia, las precipitaciones. Dependiendo da la mayor o menor diferencia del cambio, se pueden distinguir dos grandes tipos de frentes.
Si el cambio entre la humedad y temperatura de las dos masas de aire que contactan a través de la superficie frontal es muy brusco, el frente se denomina frío. Se caracteriza por movimientos ascendentes rápidos de aire húmedo y caliente empujado por una corriente fría y seca (aire más denso), motivo por el cual se producen nubes de gran desarrollo, acompañadas de fuertes y fríos chubascos.
Nubes propias del paso de un frente frío.
El otro tipo se denomina frente cálido y se caracteriza, por el contrario, porque el aire caliente del frente cálido asciende lentamente sobre la masa del aire relativamente frío, dando lugar a varias capas de nubes estratiformes y, a niveles más bajos, a nieblas y finas lloviznas.
Nubes propias del paso de un frente cálido.